Son áreas delimitadas de terrenos, preparadas con el objetivo específico de producir y obtener plantas vigorosas que puedan resistir o tolerar el ataque de ciertas enfermedades/plagas, y que sus características genotípicas y fenotípicas sean las requeridas.
El vivero debe contar con las condiciones y la infraestructura adecuada lo que permitirá que las exigencias de los cacaoteros sean satisfechas. Es importante contar con asesoría amplia en los métodos de propagación y de manejo técnico especializado en este cultivo. Las nuevas tecnologías exigen que la estructura del vivero se adapte a las demandas del mercado cacaotero por lo que solicitan que sean livianos, de construcción simple, económicos, desarmables y de alta durabilidad, pero por sobre todo que no permita la entrada de ciertos hongos e insectos que son propios de estos ambientes y que tienden a proliferar; causando pérdidas relevantes tanto en el vivero como luego de haber sido trasplantando a las áreas definitivas.
Se debe considerar también las condiciones de acceso al vivero, para facilitar todo tipo de trabajo, ya que una manipulación constante de las plantas solo provocaría su deterioro. Factores como el sustrato a utilizarse en las fundas, el agua de riego, el piso ligero que permita el drenaje rápido donde se encuentran las plántulas, deben ser monitoreados de manera persistente contribuyendo de gran manera a disminuir los riesgos de que se presenten enfermedades y ataquen a las plantas.