El modelo convencional desarrollado a gran escala y basado en los monocultivos provoca a medio plazo la deforestación, la erosión del suelo y la pérdida de biodiversidad de la fauna y la flora, además de que este modelo provoca inestabilidad y explotación laboral, aumentando la desigualdad y la pobreza entre las comunidades del sector.
Las organizaciones relacionadas con la protección del medio ambiente y el comercio justo se han unido para crear modelos de desarrollo productivo local más eficientes, promoviendo medidas ecológicas que incluyan la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad, lo que proporciona estabilidad económica a todos los implicados en el proceso productivo y la cadena de valor.
El objetivo de todas estas medidas es el vínculo entre la conservación de la biodiversidad y los cultivos de cacao. Todo este esfuerzo conjunto permite cuidar el medio ambiente, producir cacao sostenible a largo plazo con cosechas abundantes y fructíferas que proporcionan ingresos a las familias, así como la interiorización de hábitos de cuidado del medio ambiente.